Anthony Rota rindió homenaje a Yaroslav Hunka, un migrante ucraniano de 98 años.

Saludó a Hunka como “un veterano de guerra ucraniano-canadiense de la Segunda Guerra Mundial que luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos y lo describió como “un héroe ucraniano y un héroe canadiense”, lo que provocó una gran ovación de los legisladores.

Pero Hunka, en realidad, sirvió en la 14ª División de Granaderos Waffen de las SS, “una unidad militar nazi cuyos crímenes contra la humanidad durante el Holocausto están bien documentados”, según la Friends of Simon Wiesenthal, una organización dedicada a programas de educación sobre esos hechos y el antisemitismo.

El grupo de defensa judía calificó el incidente de “chocante” e “increíblemente inquietante”.

La 14ª unidad de las Waffen SS estaba formada por voluntarios de la región de Galicia, que se extendía por partes de lo que hoy es el sureste de Polonia y el oeste de Ucrania.

Después de la ocupación soviética del oeste de Ucrania en 1939, la creación de la unidad en 1943 atrajo a ucranianos deseosos de luchar por su independencia, dijo Dominique Arel, catedrático de estudios ucranianos en la Universidad de Ottawa.

“Al ser entrenados por oficiales de las SS, puedes imaginar el tipo de adoctrinamiento político que recibieron”, señaló. Incluso si sus objetivos fueran la independencia, Arel aseveró que la unidad “luchó y fue entrenada por los nazis. No hay duda al respecto”.

Medios locales señalan que Polonia pidió la extradición de Hunka.

Durante décadas, los críticos en Canadá han acusado al gobierno canadiense de ser demasiado indulgente en su persecución de personas acusadas de ser criminales de guerra o colaboradores de los nazis.

Una comisión nacional establecida en 1985 descubrió que había ex miembros de la 14ª división de las Waffen SS viviendo en Canadá, pero dijo que servir en la unidad no constituía un crimen de guerra.

Este martes, la Ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, se había unido a los llamados de renuncia del legislador.

“Es una vergüenza para la Cámara y para los canadienses, y creo que el presidente debería escuchar a los miembros de la Cámara y dimitir”, dijo a los periodistas en el Parlamento.

Elegido por primera vez en 2004 bajo la bandera liberal, Rota, de 62 años, fue reelegido cinco veces. Desde 2019, era presidente de la Cámara, un cargo clave en el sistema parlamentario canadiense, por encima de los partidos.

Sin embargo, en medio del escándalo, varios movimientos políticos también habían instado a Rota a dimitir.

El diputado liberal se disculpó el domingo diciendo que había “tenido conocimiento posteriormente de más información” que le hizo arrepentirse de sus comentarios sobre Hunka.