Aunque Valerie Abe Camil y Luis Felipe Cueva se conocían por amistades en común y coincidían en reuniones desde tiempo atrás, no fue hasta 2007 que se descubrieron con una mirada distinta.
Tras un tiempo sin verse, en ese año, cuando el mercadólogo regresó de su maestría en Madrid, su amiga, Yised Fajardo, le comentó que quería presentarle a alguien, mientras que a Valerie, su prima, Marisa Abedrop, le dijo lo mismo, pues sin ponerse de acuerdo los querían emparejar.
Y pese a que ellos nunca habían pensado en salir, el destino los sorprendió.
“Nos encontramos en la Fashion Week; al día siguiente me invitó a una date y fue la primera vez que nos vimos solos, sin otros conocidos, ahí se dio el flechazo. Era diciembre, cerca de Navidad, acudimos a un antro y desde ese día ya no nos separamos”, recordó la fotógrafa.
Cuando Valerie Abe Camil y Luis Felipe Cueva cumplieron tres años de novios, decidieron llegar al altar y, ahora, tienen 13 de casados, en los que tuvieron a sus hijos, Luis Felipe y Alexandra, quienes llegaron a darle alegría y otra dinámica a su familia.
El sueño que compartimos es ver a nuestros hijos crecer sanos, felices y realizados, así como consolidarnos como fotógrafa y productor, respectivamente, con el apoyo mutuo”.
VALERIE ABE CAMIL
“Tenemos una relación equilibrada, buscamos nuestros momentos como pareja, los cuales nos encantan y también procuramos a nuestros niños, que son lo más bonito que compartimos. Sabemos ser amigos, escucharnos y darnos consejos, además de que nos interesamos en la vida y sueños del otro”, expresó la creativa.
Valerie Abe Camil confiesa que el secreto para hacer equipo y que las cosas funcionen en casa es atender a sus pequeños por igual, lo cual ambos gozan, además de que colaboran mutuamente en sus proyectos profesionales y se apoyan para facilitarle al otro la carga.
“Algunas de las cualidades que hemos desarrollado son disfrutar y darle prioridad a los instantes juntos, resiliencia como pareja, sentido del humor y positivismo, nuestra afinidad en gustos y respeto al otro y a su espacio”, explicó.