Jalisco, una tradición llamada mariachi
Quién no ha cantado a todo pulmón canciones como “El Son de la Negra”, “México, lindo y querido”, “El Rey” o “Si nos dejan”… Sólo por mencionar algunas de las canciones que han conquistado a nacionales y extranjeros.
Todas tienen en común que son representativas del mariachi, uno de los géneros musicales más importantes del País, tan representativo que, desde 2011, forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
Se dice que el mariachi se originó en Cocula, específicamente en la Región Valles del estado de Jalisco, donde esta música se utilizó para difundir la fe católica entre las comunidades locales.
También se cuenta que, durante la ocupación francesa en el País, los franceses contrataban músicos locales para alegrar las bodas. A estos músicos se les conocía como “guitarrones del cerro”, y poco a poco fueron conocidos como “mariachis”. Curiosamente, este último vocablo proviene del francés mariage (matrimonio).
Durante ese periodo, los músicos tocaban flautas y tambores. Posteriormente se sumaron violines y arpas, hasta evolucionar a lo que hoy conocemos, mientras que las canciones que se interpretaban afuera de las iglesias, llegaron hasta las fiestas populares.
Para conocer más acerca de esta música vale la pena visita el museo de sitio De Cocula es el Mariachi, ubicado en el municipio homónimo. A lo largo de sus tres salas se observan instrumentos, trajes, álbumes y fotografías.
Toma nota: Uno de los sitios imperdibles a visitar en Jalisco para escuchar mariachi es Tlaquepaque, donde se encuentran varios conjuntos dispuestos a cantar.
No queda más que programar una visita y decir ¡salud! con un caballito de tequila.
Chiapas, legado sonoro del sur
No hay fiesta chiapaneca sin la marimba aunque su origen aún es debate. Hay quienes afirman que entró a Guatemala desde África y se extendió hasta las tierras sureñas de Chiapas.
En un principio, era un instrumento de gran tamaño formado por clavijas de madera de distintos tamaños o las baquetas recubiertas por cuero o caucho.
Aunque originalmente era de un sólo teclado, actualmente es doble gracias a una innovación concebida en San Bartolomé de Los Llanos, situada en el Municipio de Venustiano Carranza, Chiapas, pues Corazón de Jesús Borras Moreno, nativo de esta región, lo revolucionó con el aumento de sonidos de la escala musical, a decir de algunos investigadores.
Toma nota: en la capital del estado Tuxtla Gutiérrez se encuentra el Parque de la Marimba, en el corazón de la ciudad. Ahí, cada atardecer, locales y visitantes se reúnen para escuchar las melodías de este instrumento en vivo, acompañados por dulces tradicionales y auténtica gastronomía de Chiapas, como el chimbo, un dulce de Comitán, famoso pan de marquesote bañado de almíbar con canela y anís estrella.
Guanajuato, a la usanza universitaria
Las Callejoneadas son un atractivo para connacionales y extranjeros, quienes son acompañados por la estudiantina, un grupo de músicos que interpretan canciones tradicionales mexicanas, historias y anécdotas de Guanajuato.
Se dice que en marzo de 1962, un grupo de estudiantes universitarios crearon la primera Estudiantina de la Universidad de Guanajuato con música de origen español y tonadas alegres, para que la gente al escucharlas disfrutara de una agradable melodía. Este proyecto, iniciado por inspiración de Joaquín “El Flaco” Arias, hizo su debut oficial el viernes 13 de abril de 1963, en la Plaza de San Roque en Guanajuato capital.
Los participantes visten a la usanza del antiguo traje escolar de las universidades españolas del siglo 14 y 15 conformada por un jubón o casaca, pantaloncillo, capa, calzas, zapatos con hebilla y camisa blanca.
Toma nota: las callejoneadas son la oportunidad ideal para conocer este destino guanajuatense desde otro punto, pues comienzan desde el Atrio del Templo de San Diego, icónico por su estilo churrigueresco y situado frente al Jardín de la Unión, para continuar por el Callejón Salto del Mono, la plazuela de San Cayetano, el Callejón del Boliche y el Callejón del Beso, entre otros .
Tabasco, danza, sones y zapateado ancestral
Vestidos totalmente de blanco con paliacate rojo anudado al cuello, morral, huaraches y sombrero chontal, los tamborileros de Tabasco son conjuntos musicales autóctonos del llamado Edén de México.
Sus integrantes ejecutan la flauta de carrizo y tambores hechos de madera de cedro con parche de piel de venado sujetados con bastidor de bejuco y tensado con henequén.
Principalmente, tocan en festividades religiosas, entre las que destacan “El baile del viejo”, danza prehispánica originaria de Nacajuca dedicada a los Santos Patronos de las comunidades, así como sones y zapateados.
Toma nota: en la entrada de Nacajuca, Tabasco, se encuentra el Monumento a los tamborileros, hecho por Elizandro Pérez León, artista plástico, oriundo de esta región. Existen cuatro fechas principales en las que esta danza se realiza: 22 de julio, en el poblado de Tucta, dedicada a Santiago Apóstol; 14 de agosto, en Tecoluta, en honor a La Asunción; 13 de diciembre, dentro de Mazateupa, dedicada a Santa Lucía y, el 25 de diciembre, en Guaytalpa, con motivo de la Navidad.
Veracruz, entre folclor y poemas líricos
Considerada la Capital del Son Jarocho, Tlacotalpan, ha sabido poner en alto a este ritmo. Sus orígenes se remontan al siglo 18 y es proyecto del mestizaje musical indígena, africano y europeo y, actualmente la conforman los instrumentos de cuerda como la jarana, el requinto, la guitarra de son y la leona, acompañados por el pandero, la quijada de burro y el marinol, junto al emblemático el zapateado de tarima.
Es tradicional escucharlo en el marco del Encuentro Nacional de Jaraneros y Decomisas, realizado dentro de las festividades de la Virgen de la Candelaria, entre enero y febrero.
Toma nota: el Centro Histórico de Tlacotalpan, donde se pueden escuchar estas melodías a lo largo del día, fue reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Además, en la capital veracruzana, se puede disfrutar de un buen café al ritmo de esta música en La Parroquia de Veracruz, así como en los alrededores de Los Portales, la emblemática plaza que se ha convertido en punto de reunión para locales y turistas.
Diseño: Janayna Mendoza
Fotos: Tomadas de sus respectivas páginas, Callejoneadas Guanajuato, Tamborileros Alegría Tabasqueña y redes sociales.
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