LA BÉLICA
Hay tatuajes que no se ven pero son más profundos, y si no me creen, pregúntenle a Belinda, quien con su canción “Cactus” lo único que hizo fue demostrar que admira, sigue y todavía no puede olvidar a Christian Nodal.
De hecho, el video parece un homenaje al exitoso compositor porque tiene varios detalles que te hacen pensar en él.
Beli no usó tinta para tatuarse a Christian Nodal, pero lo lleva hasta el tuétano.
En lo que sí le doy la razón es en que se comportó como una dama y jamás se dedicó a contestarle al entonces dolido y enojado Christian Nodal. La hasta entonces rubia bastante fresa se metió al cien por ciento en su personaje bélico porque hasta aparece fumando puro, diciendo “malas” palabras y con actitud de ruda.
¡Me das miedo Teresa!
LADY PANTALONES
El otro que da miedo es Alfredo Adame, al que nadie parecía dispuesto a detener por tantos insultos y amenazas. Al menos eso creía, hasta que llegó Magaly Chávez y dijo, ¡basta!
Su ex novia interpuso una demanda penal en su contra en noviembre del año pasado y esta semana acudió a la primera audiencia porque quiere que pague todo lo que ha vociferado. No desea dinero, solo darle una lección: “No es que quiera verlo en la cárcel, pero es lo que necesita”.
Si se unieran todas las mujeres a las que el “ex Trueno” ha ofendido o atacado, la demanda tendría un mayor peso porque Adame ha ofendido a muchas mujeres.
Debo confesar que sí creo que merece un buen castigo porque va por la vida “por la libre” creyendo que nadie lo puede detener. Y como en estos tiempos el ser un patán es premiado hasta en las redes sociales, él cree que es el ídolo de México.
Para colmo, todos los llamados “reality show” de televisión necesitan un bufoncito y un villano para funcionar, y el actor da perfectamente los dos perfiles, así que tiene chamba asegurada en ese género.
¡Total!, en estos tiempos no importa lo talentoso que seas en algo artístico sino que tan dispuesto estás para hacer el ridículo, causar problemas o llegar al límite.
Y si a esas vamos, mejor me quedo con las aventuras, puntadas y anécdotas de José Eduardo Derbez, que es un chavo más fresco, espontáneo y carismático que su papá. Eugenio Derbez es creativo, disciplinado y perseverante, pero el hijo de Victoria Ruffo “viaja ligero”, es ocurrente, transparente, alivianado, y eso se percibe en todas sus entrevistas.