INVERTIR Y CRECER

El capital de riesgo, también conocido como venture capital, juega un papel crucial en el desarrollo y crecimiento de una startup, ya que le permite acceder a financiamiento, experiencia y asesoría, atraer talento y escalar los negocios. Sin embargo, el panorama en América Latina no es alentador.

Según el estudio “Venture Capital de Latinoamérica en 2023”, realizado por la consultora Cuántico, la región experimentó su volumen de inversión en capital de riesgo más bajo de los últimos 5 años. Factores como las altas tasas de interés, la inflación y las amenazas por el contexto geopolítico influyeron en la caída de la inversión.

A pesar de tener una población de 667.5 millones de personas y 585 fondos de capital de riesgo, Latinoamérica cuenta actualmente con solo 6,290 startups con inversión de riesgo. En contraste, Estados Unidos, con una población de 335.9 millones de habitantes, dispone de 12,500 fondos de capital de riesgo y un portafolio de 66,100 startups.

Ante este panorama desafiante, Bernardt Vogel, asociado senior de VU Venture Partners, citado en el estudio de Cuántico, espera un mayor crecimiento en la región. Vogel destaca la oleada de unicornios en América Latina en los últimos años, como Rappi, Mercado Libre y Wildfire Studios. Al mismo tiempo, celebra las políticas implementadas por algunos países para fomentar un ecosistema favorable al emprendedor.

En este contexto, Village Capital apuesta por el talento latino a través de programas de aceleración donde participan una red de mentores, aliados y clientes, los cuales ayudan a las jóvenes empresas a alcanzar certidumbre financiera, según explicó en entrevista Daniel Cossío, director regional para Latinoamérica.

Cossío mencionó que los emprendimientos verdes en América Latina están en auge, por lo que ve una oportunidad para impulsar proyectos relacionados con la mitigación de riesgos generados por el cambio climático. Remarcó que es poco común encontrar una aceleradora enfocándose en la prevención del desperdicio de alimentos o en la reforestación, por ejemplo.

Para dotar de conocimientos a las startups, realizan un diagnóstico a través de una matriz de análisis para comprender la solución que presentan, problema a resolver, nivel de escalabilidad y el impacto que podría tener.

“Con este diagnóstico, empezamos a trabajar en los puntos de mayor desarrollo. Por ejemplo, algunos de ellos quieren conocer cómo hacer métricas de impacto, otros quieren talleres que se centren más en el desarrollo de tecnología o en la venta de tecnología.

“El grueso de la población busca asesoría financiera, porque muchos requieren recursos para seguir creciendo, pero no tienen lo necesario o las herramientas para hacerlo y posteriormente acercarse con una institución formal a hacer estas propuestas”, expuso.

Luego de ocho años al frente de la dirección regional, Cossío ha detectado que los emprendedores pasan por alto algunas situaciones que parecieran lejanas a su actividad, pero que son críticas para los inversionistas. Para conectar los puntos que requieren tanto solicitantes como oferentes, la aceleradora desarrolló a abaca.app, una especie de marketplace donde los inversionistas pueden elegir a su próxima apuesta.

A la fecha de publicación de este artículo, la aceleradora, con el apoyo de la Fundación Moody’s, busca a la siguiente generación de startups verdes que apoyen comunidades desatendidas en Argentina, Bolivia, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Uruguay.

En específico, buscan emprendimientos ligados a cleantech y climate tech, es decir, startups que desarrollen soluciones tecnológicas contra el cambio climático. A la convocatoria pueden adherirse iniciativas impulsadas por la tecnología para obtener alimentos nutritivos; eficientar la agricultura; empresas que aumenten rendimientos, reduzcan costos y fomenten la sostenibilidad.

A la lista se pueden sumar innovaciones tecnológicas que minimicen residuos, contaminación y emisiones mediante el uso sostenible de recursos. También las que están a favor del cuidado de la tierra, agua, aire y vida silvestre; iniciativas que aborden desafíos como tierras degradadas, deforestación y pérdida de biodiversidad. Así como empresas tecnológicas que brinden soluciones para el acceso a agua limpia, saneamiento, higiene y mejora general de la salud.

A continuación, presentamos algunas startups de México y América Latina que han surgido de la asesoría de Village Capital.

PLANT SQUAD (MÉXICO)

La gastronomía mexicana es de las más ricas en el mundo, tanto que le valió el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2010. Pero, detrás de este logro, hay asuntos de importancia, como el cambio climático.

Producir un kilogramo de carne vacuna requiere cerca de 15 mil 400 litros de agua, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En 2018 nace Plant Squad, empresa mexicana que desarrolla alimentos hechos a base de ingredientes de origen vegetal y que tienen como base replicar el sabor de alimentos de origen animal.

En su sitio web ofrece un amplio catálogo de productos para preparar platillos a partir de proteína de haba y chícharo. Por ejemplo, las personas podrán encontrar alimentos que recuerden al pollo como bites, alitas, milanesas, nuggets y pechuga para asar. Por el lado del sabor a res, figuran albóndigas, hamburguesas de arrachera y carne molida. En cerdo, presumen costillas y pepperoni.

BIOSOLUTIONS (MÉXICO)

Ana Laborde es socia fundadora de BioSolutions, startup mexicana que desarrolló una tecnología que permite producir y comercializar bioplásticos aprovechando fibras de agave. Lo que hace la compañía es mezclar gránulos de polietileno o polipropileno con el gabazo. El uso de la materia prima orgánica es por su resistencia y flexibilidad.

El proceso de producción implica la limpieza y descontaminación de las fibras de agave para obtener celulosa, la cual se funde con los gránulos de plástico. El resultado es un tipo de pellet de color marrón que puede transformarse en una variedad de productos de uso común. Para adaptarse a diferentes aplicaciones industriales, la marca ha desarrollado varios tipos de pellets, con distintas densidades.

El más usual es el PolyAgave PP30, cuyas aplicaciones son artículos para el hogar, promocionales, cubiertos y electrodomésticos. El segundo es el Polyagave PP35, diseñado para crear piezas como tapas o hieleras. La influencia de BioSolutions alcanza la industria del entretenimiento, pues en el festival Heineken Silver Live Out 2023, se usaron vasos con su sello.

CARBONOF (MÉXICO)

Marco Adrián Hernández es la mente detrás de Carbonof, startup mexicana que diseña e implementa proyectos de captura de carbono. La empresa trabaja con dueños de zonas forestales para generar certificados de reducciones de emisiones, los cuales después son comercializados con organismos que tienen metas de sostenibilidad. Carbonof interviene en bosques y manglares dando incentivos a los propietarios para conservar y restaurar estos espacios.

Los resultados se traducen en mayor captura de carbono, diversidad, captación de agua, además de otros beneficios sociales como equidad de género, acceso a la salud, educación y comunicación.

“Trabajamos con comunidades locales, propietarios privados y gobiernos para desarrollar proyectos que reduzcan y capturen emisiones de carbono en los sectores forestal, agrícola y ganadero”, señala la organización en su sitio web.

“En Carbonof estamos para hacer negocios justos con las comunidades locales, con el medio ambiente y con el desarrollo económico”, aseguró Hernández en un videoclip introductorio de la empresa.

AGROHUB (ARGENTINA)

La misión de Agrohub es que los campesinos argentinos aseguren sus cosechas con una correcta y aplicación consciente de productos fitosanitarios (pesticidas). La intención es que mediante una plataforma de software, el productor acceda a la información para tomar mejores decisiones.

Esta innovación acorta los tiempos de autorización de las autoridades locales, pues con ayuda de un asistente, el usuario carga su orden de trabajo y recibe retroalimentación para elegir el mejor momento de la aplicación, tomando en cuenta factores como el viento, temperatura y humedad. Para agilizar el permiso, las autoridades fueron provistas de un sistema para acceder a los datos del productor.

“AgroHub es una plataforma de software en la nube. La usan los productores para planificar, llevar en tiempo real la actividad y posterior obtención de un informe de lo que son las aplicaciones de fitosanitarios”, resumió Diego Ponce, CEO y cofundador de Agrohub, para el medio argentino Puntual.

RÍO AZUL (URUGUAY)

Marcelo Argenzio junto a Gonzalo Cámara idearon a Río Azul, proyecto que tiene por objetivo crear humedales artificiales para tratar aguas residuales de casas particulares, barrios residenciales, industrias, instituciones públicas y privadas. La idea principal de este par de ingenieros ambientales es generar un sistema donde las descargas, por ejemplo del sanitario o fregadero, pasen por un complejo sistema de filtrado.

La instalación, que parece más un ornamento de jardinería, requiere de plantas macrófitas, un tipo de especie acuática que se caracteriza por absorber nutrientes y contaminantes del agua, ayudando a mejorar su calidad y claridad; también son necesarios grupos microbianos y un lecho filtrante.

Una vez filtrada, el agua es almacenada en un tinaco, la cual se puede reutilizar para riego, lavado de vehículos, sistemas anti incendio, entre otros. No obstante, pese a la filtración, no es apta para consumo humano.

NATIVAS (ARGENTINA)

Nativas se define como una empresa que aborda el desafío del cambio climático a través de la tecnología, brindando soluciones basadas en la naturaleza para expandir la biodiversidad. A diferencia de Carbonof, de México, la firma utiliza una plataforma tecnológica basada en blockchain que registra evidencias para respaldar los activos verdes emitidos por cada proyecto.

Para lograr sus objetivos, plantan árboles nativos, miden el impacto generado, lo verifican y emiten activos verdes para compensar la huella de las empresas. Estos activos se mueven bajo los rieles del blockchain. Cabe recordar que esta tecnología ofrece una capa de seguridad al propietario, pues las características del activo digital son únicas e irrepetibles, lo que imposibilita su alteración o reproducción.

La plataforma transparenta a las empresas los beneficios de sus esfuerzos de regeneración, garantizando la trazabilidad de la compensación de huella de carbono y agua.