El vino rosado, antes subestimado, hoy tiene identidad propia. Cada 11 de junio se celebra en el mundo, y México comienza a valorarlo en bodegas y mesas.

“Uno de los métodos para elaborarlo es el prensado directo, que da un color sutil por el breve contacto con la piel. También existe la maceración corta, que aporta más cuerpo y color sin llegar al tinto.

“Otra técnica es la mezcla de uvas tintas y blancas, donde la piel permanece un tiempo limitado con el mosto, logrando color, cuerpo y frescura. Estas combinaciones buscan un balance especial”, explica Alberto Cervantes, sommelier con más de 20 años de experiencia y fundador de SommGeek, una comunidad para amantes del vino.

De acuerdo con el experto, estos procesos de elaboración son los que marcan el estilo y la personalidad del rosado, influyendo directamente en su maridaje con los platillos.

Un vino rosado ligero va con ensaladas y platos frescos; uno con más estructura, con salsas o guisos como el mole. Aunque, no hay un maridaje único ni predecible.

Además, el vino rosado se distingue por su libertad, sin reglas estrictas sobre las uvas, lo que permite la creatividad regional.

“En Francia, las variedades Garnacha y Syrah dominan la escena en los vinos rosados. En México son comunes Zinfandel, Tempranillo y Garnacha, que han encontrado un hogar adecuado gracias a las condiciones climáticas y terroir particulares”, dice Cervantes.

Sin embargo, el sommelier, destaca que la variedad de la uva no es el único factor que define la personalidad de un vino, ya que la región y el clima también repercuten.

Añade que algunos enólogos prefieren ensamblajes para equilibrar acidez, cuerpo y aromas.

“Un buen ensamblaje da complejidad; pero los monovarietales también tienen gran expresión”, aclara.

Cada vez más enólogos se atreven a experimentar con distintas variedades para elaborar rosados, y cuando la combinación es acertada, el resultado puede ser verdaderamente espectacular”, Alberto Cervantes, sommelier.

El mito del tono

Pensar sobre el vino rosado es pensar que su color indica sabor o estructura. Cervantes lo desmiente.

“El color es solo una decisión de estilo. No indica ni calidad, ni dulzor, ni cuerpo. Hay rosados muy pálidos con gran carácter y algunos oscuros que son ligeros y frescos”, explica Alberto.

El experto agrega que el cuidado va más allá del color. La fermentación en frío conserva los aromas frescos y frutales. El equilibrio en los taninos, aunque sutil, es clave para no perder armonía.

“Los taninos en el rosado son como un hilo invisible: si se rompen por exceso, el vino pierde esa suavidad y frescura que lo hacen tan especial”, advierte Alberto.

Esta atención técnica permite que este tipo de bebidas se posicione como una opción realmente seria y bastante versátil, más allá de modas pasajeras.

No es casualidad que el vino rosado tenga un lugar privilegiado en la mesa mexicana. Su perfil fresco y ácido lo hace ideal para la variedad de sabores de la gastronomía nacional.

“El rosado hace un match muy bonito con la cocina mexicana. Desde una cochinita hasta un mole, funciona muy bien”, dice Cervantes, señalando cómo acompaña sabores intensos sin opacarlos. Pero advierte que no todos los rosados son iguales ni sirven para cualquier plato.

“Un error común es pensar que cualquier rosado va con chile en nogada o ceviche. Hay que entender la estructura del vino: algunos son muy ligeros para platos complejos, otros tienen el cuerpo suficiente”, advierte.

Finalmente, Cervantes dice que las bodegas mexicanas hoy elaboran rosados con gran y calidad, dejando atrás la idea de que son un subproducto del tinto. La diversidad y sofisticación lo confirman.

Variedades más empleadas para el rosado

Garnacha

Zinfandel

Tempranillo

Syrah

Malbec

Cabernet Franc

Terruños

Regiones destacadas en vinos rosados:

Provenza, Francia Cigales y Ribera del Duero, España 

California, EE. UU. 

Mendoza, Argentina 

Valle del Maipo, Chile

Encanto a sorbos

Frescos, sutiles y elegantes. Así son los vinos rosados que llegan a refrescar el paladar en esta temporada, y que además tienen su propia celebración internacional en el mes de junio. Por ello, en Zona Vino, el evento más esperado de vinos en CDMX, se convierte en el mejor escenario para conocer una selección imperdible de etiquetas mexicanas que destacan por su calidad, su estilo y su diversidad.
Aquí te presentamos algunos de los rosados que estarán presentes en esta edición del evento. Desde tonos pálidos y delicados hasta expresiones más intensas, todos tienen algo en común: están hechos para disfrutarse con gusto, en buena compañía y con la mente abierta a nuevos matices.

Zinfandel Rosé

  • Valle de Guadalupe, Baja California
  • Variedad: Zinfandel
  • Origen de la uva: Croacia
  • Viñedo: Rancho Grande
  • Elaboración: Se realiza una maceración corta con la piel de la uva para obtener un ligero color rosado. Fermentación a temperatura controlada.
  • Barrica: No tiene
  • Crianza: No tiene
  • Temperatura de servicio: 12 a 13 °C
  • Maridaje: Acompaña perfecto a ensaladas de frutos rojos con queso de cabra, frutos frescos de mar, ceviches, carpaccio de atún, salmón y quesos frescos.

NOTA DE CATA:

  • Vista: Limpio color rosado muy tenue con ribete acerado muy brillante con densidad media.
  • Olfato: Frescos aromas de frutos rojos recién cortados, mineral, floral, destacando el aroma de pétalos de rosas.
  • Gusto: En el paladar es acidez firme de agradable frescura ligeramente abocado y genera una sensación placentera.

Juego de Pelota Rosé 2021

  • México
  • Variedad: 100% Petite Syrah
  • Origen de la uva: Valle de Ródano, Francia
  • Cosecha: 28 de septiembre de 2021
  • Elaboración: Prensado de racimos enteros al amanecer, solo se usa el jugo libre. Fermentación a baja temperatura durante 24 días en tanques de acero inoxidable.
  • Viñedo: Rancho Costa Oeste
  • Barrica: No tiene
  • Maridaje: Tablas ligeras, comida del mar, ensaladas y botanas frescas

NOTA DE CATA:

  • Vista: Un vino suave, amable al paladar y fácil de tomar. De esencia aromática con notas frutales y florales, ideal para disfrutar en compañía.
  • Nariz:  Suave y aromática, notas de fresa y pétalos de rosa.
  • Boca: Dulce y ácido con sabores a durazno y cítricos.

Shiraz Rosado 2024

  • Parras, Coahuila
  • Variedad: Shiraz
  • Origen de la uva:Ródano, en el sureste de Francia.
  • Elaboración: Prensado directo sin raspones, se utiliza solo el 50% del jugo libre para evitar exceso de color. Clarificación en frío durante 48 horas. Fermentación controlada entre 12 y 15 °C
  • Barrica: No tiene
  • Crianza: No tiene
  • Temperatura de servicio: 8 a 10 °C
  • Maridaje: Puede maridar con frutas , frambuesa, zarzamora , durazno y cítricos.

NOTA DE CATA:

  • Vista: Color provenzal (hoja de cebolla), limpio y brillante. 
  • Nariz:  Fresa, frambuesa, zarzamora, durazno y notas cítricas
  • Boca: Afrutado con balance de acidez y equilibrado. 

Château Camou Rosé 2022

  • Valle de Guadalupe, Baja California
  • Variedad: 100% Grenache 
  • Elaboración: Prensado directo y maceración. Las uvas son cosechadas a tempranas horas de la mañana para lograr una retención de los aromas, que potenciamos con las bajas temperaturas de fermentación. En la etapa final de esta, paralizamos las levaduras para dejarle una pequeña concentración de azúcar residual para complementar la suavidad en boca.
  • Barrica: No tiene
  • Temperatura de servicio: 10 °C
  • Maridaje: Chiles en nogada, almejas y ostiones en su concha, ceviches tropicales, sushis a base de salmón, ensaladas con nuez, fresas y queso de cabra.

NOTA DE CATA:

  • Vista: Vino de color rosa salmón, intenso
  • Nariz:  Aromas a frutos cítricos de sandía, fresa y durazno.
  • Boca: De entrada aterciopelada, que cuando lo movemos por la boca aparecen las notas a cerezas, fresas y cítricos.

Tipos

Hay varios rosados. Desde pálidos y secos estilo provenzal, hasta intensos y casi tintos como Tavel, Syrah o Cabernet, la categoría tiene una gran gama. No todos son suaves ni simples: unos tienen estructura, potencia y van con platos complejos.

Origen

Uvas con historia, pero adaptadas al terruño mexicano. Algunas variedades como la Zinfandel (de origen croata) o la Grenache (del sur de Francia) encuentran nueva vida en el suelo y clima del Valle de Guadalupe. Los resultados no imitan, ofrecen expresión auténtica

Información: Marichuy Garduño

Diseño: Fernanda Téllez

Fotos: Canva y Cortesía
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