Como parte del respeto a las medidas sanitarias de la planta, los visitantes usaron cofias, cubrebocas y batas para adentrarse en las áreas de donde salen los mazapanes, cacahuates, gomitas y chocolates.
“¡Huele a mazapán!”, exclamaron los niños en cuanto empezaron a caminar rumbo a la zona donde se produce la célebre golosina, para presenciar su proceso de elaboración.
“Ellos pensaban que solo les iban a regalar dulces, jamás pensaron que iban realmente a conocer la fábrica”, platicó Anette Meier.
Después se pasaron a ver un lugar que resultó ser el preferido de André Meier: el de empaquetado de los cacahuates japoneses. Este escenario también fue el que más impactó a Paula y Lourdes Robles.
“Estaban sorprendidas de ver cómo la máquina hacía todo”, compartió Mayuyis Vélez.
De ahí se dirigieron a un mundo lleno de colores y sabores, donde probaron el dulce favorito de Iker y Bruno Rizzo: las ricas Gummy Pop.
El aroma que se desprendía de este sitio fue el favorito de mamás y niños, pues era una mezcla de manzana verde, frambuesa, uva, naranja y durazno, entre otros olores frutales.
“Disfruté mucho haber ido a comer dulces con mis hermanos”, platicó Iker Rizzo.
Y es que en cada parada podían probar las delicias que les mostraban; el último lugar que visitaron fue el de los chocolates, la golosina predilecta de Lourdes Robles.
“Fue la mejor experiencia del Día del Niño para mí”, expresó Luca Rizzo.