EL CRIMEN EN CASA
La madrugada del 22 de abril, vecinos de Yarazeth escucharon gritos de auxilio desde su domicilio, en la Calle Ébano de la Colonia Veracruz, en el centro de Xalapa.
Reportes policiacos indicaron que conocidos habrían hecho caso omiso y no alertaron a las autoridades, hasta el día siguiente, cuando se reportó que la puerta y el portón de la casa estaban abiertos.
Al arribar, elementos de seguridad hallaron el cuerpo de la joven con visibles huellas de violencia.
Durante levantamiento de indicios, vecinos añadieron que durante la madrugada, el auto de la víctima salió de la propiedad, el cual fue hallado al día siguiente a unas cuadras del domicilio.
DENUNCIAS PREVIAS, NEGADAS
Tras el crimen, personal y compañeras del Centro de Cancerología en Xalapa, donde Yarazeth trabajaba como enfermera, convocaron a una marcha para exigir justicia.
Quienes la conocían la describieron como una persona amable, tranquila y trabajadora.
Allí, uno de sus compañeros reveló que antes del crimen, en dos ocasiones habían allanado el domicilio de Yara.
En una de esas ocasiones, le robaron sus pertenencias, hechos que, aseguraron, fueron denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Esta versión fue rechazada por la Fiscal General Verónica Hernández Giadáns el martes 25 de abril, quien informó que la línea de investigación por el caso era el robo, y aseguró que no había antecedentes de denuncias.
LA DETENCIÓN DE MAURO
Ese 25 de abril fue detenido Mauro Armando “N” durante actos de investigación y trabajo de campo relacionados con el feminicidio de la enfermera, sin embargo, en ese momento se le imputaron cargos menores, como posesión de narcóticos y fue liberado.
Horas más tarde, un juez de control liberó una orden de aprehensión y fue reaprehendido por elementos ministeriales.
Las primeras pruebas que lo vincularon fue su aparición en tres videos del C4.
El hombre conducía el auto KIA Río color azul de la joven y lo abandonó a unas cuadras de donde se cometió el crimen.
En el auto, revelaron autoridades, encontraron una bolsa de color negro que contenía en su interior una pipa de cristal, un encendedor y una credencial de elector a nombre del presunto feminicida.
Además, durante la primera detención, se le aseguró un celular que, se comprobó, pertenecía a la víctima.
EL CATEO QUE REVELÓ CRIMEN
Desde la casa de Mauro, en lo alto de una pendiente, se podía observar el domicilio de Yarazeth: eran vecinos. La FGE de Veracruz detalló en el informe que el presunto feminicida la habría estado vigilando.
“Mauro Armando ‘N’, vigilaba a Yarazeth Zepeta García desde su domicilio, toda vez que se encuentra frente al lugar de los hechos”, señaló la Fiscal de Veracruz.
Al catear el domicilio, se encontraron con los siguientes indicios:
- Una mancha de sangre en el piso frente a la puerta de acceso de la vivienda.
- Una filipina color blanco talla 14, con bordados con los textos “SS”, “SESVER” y “SECRETARÍA DE SALUD".
- Las llaves del vehículo de Yaraseth, un KIA Río.
- Un cuchillo con mango de plástico en color negro, con sangre de la enfermera.
- La credencial de Yarazeth de la Universidad Veracruzana.
- Armas blancas, teléfonos celulares, boletas de empeño, decenas de llaves, narcóticos entre otros.
En la vivienda de la víctima también fueron ubicadas las huellas dactilares de Mauro, tras la aplicación del reactivo físico Volcano Blanco.
YARA INTENTÓ DEFENDERSE
Al realizarse pruebas y diligencias al ahora vinculado a proceso, se le encontraron lesiones por mordeduras en su dedo meñique izquierdo. Lo anterior sugiere que Yarazeth Zapata se defendió durante su ataque.
“Presentan características de mordedura, de origen humano, de tipo estática, realizadas por persona adulta, propia de actos de defensa personal”, se indicó en conferencia.
El hombre fue vinculado a proceso este 3 de mayo y se le dictó prisión preventiva oficiosa.
La Fiscal de Veracruz informó que el delito fue reclasificado de robo a feminicidio y omitió dar detalles de este cambio por respeto a la familia de la joven.
DESPEDIDA EN EL HOSPITAL
Al informar de su muerte a familiares de Yarazeth, estos acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo) para reconocer el cuerpo.
Antes de ser llevado a Papantla, a 200 kilómetros de la capital estatal, sus restos fueron velados en el Centro Estatal de Cancerología (CECAN), en donde laboró durante 14 años.
Su cuerpo fue sepultado el 24 de abril.