Otro chef destacado en la ciudad es Roberto Solís, a él la sonrisa le rebasa la cara. Su carcajada se escucha a menudo, sobre todo cuando habla de su pasión por la gastronomía, por los recados (pastas de especias que sirven de condimento) y por el interés de fusionar ingredientes yucatecos en la cocina contemporánea.
“La alta cocina se hace con mucho corazón, cuidando cada detalle y usando los ingredientes de mejor calidad”, sostiene Solís.
En Néctar es obligado probar las cebollas negras, las lechugas al carbón, el sashimi de pescado fresco, pasta y langosta, el cerdo orgánico y la tartaleta con puré de ibes, cebolla ixil curtida, glasé de cebolla y salicornia, entre otras delicias.