El lobo mexicano es una especie en peligro de extinción que se reproduce en los zoológicos de la CDMX. Sedema

A su manera, los zoológicos y los santuarios de animales buscan proteger a la fauna, así como educar a las personas sobre su importancia.

En el pasado, los zoológicos se limitaban a coleccionar y exhibir animales, pero ahora realizan acciones de investigación e incluso de conservación de especies en peligro de extinción.

Los santuarios, por su parte, proveen de protección a ejemplares que, por lo general, son rescatados de la industria del consumo para que puedan vivir de la manera más natural posible.

A continuación, conoce qué caracteriza a estos dos tipos de instituciones.

Un poco de historia: la Casa de las Fieras

INAH

Moctezuma Xocoyotzin o Moctezuma II, el último tlatoani mexica, mandó construir el primer zoológico de América y uno de los primeros del mundo, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.

La Casa de las Fieras, como se conocía a este recinto, contaba con una colección de especies silvestres organizada en cuatro grupos: cuadrúpedos feroces de Anáhuac, como coyotes, jaguares y lobos; aves de rapiña; serpientes y otros reptiles; y anfibios.

También comprendía estanques para aves acuáticas e incluso pájaros del centro de América, como cardenales, chachalacas, codornices y quetzales.

Un equipo de 300 personas se dedicaba de manera exclusiva a atender a los animales, que eran alimentados con una dieta específica según sus necesidades.

Durante la Conquista, Hernán Cortés decidió incendiar el zoológico y su colección para reforzar su dominio. Sobre este predio se construyó el Convento Grande de San Francisco, ubicado en la actual calle de Madero del Centro Histórico.

¿Qué hace un zoológico?

Otra especie en peligro de extinción que se reproduce en los zoológicos de la Capital es el teporingo. Foto: Sedema

Los zoológicos son instituciones dedicadas a la educación, conservación, rescate y reintroducción de especies silvestres, de acuerdo con la Asociación de Zoológicos y Acuarios de México (Azcarm).

Las actividades que llevan a cabo comprenden la reproducción en cautiverio de especies en peligro de extinción para después reintroducirlas a la vida libre porque en su hábitat natural enfrentan amenazas, como la cacería ilegal, las enfermedades y la competencia con animales no nativos, precisa la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.

Algunas de las especies que están en recuperación en los zoológicos son el jaguar, el lobo mexicano, el cóndor de California, el teporingo, el manatí, el berrendo penínsulas, la guacamaya roja y las tortugas marinas.

Estas instituciones también colaboran en el desarrollo de estudios para fortalecer acciones de conservación y de uso sustentable de fauna como los tiburones, las tarántulas, los cocodrilos, los caballitos de mar y las tortugas terrestres.

¿Qué sostienen los detractores?

Sedema

Los detractores de los zoológicos sostienen que son negocios dedicados a encerrar animales para exponerlos y criarlos con fines de entretenimiento.

“Actualmente ocultan su afán de negocio tras un supuesto interés científico y el propósito del entretenimiento se disfraza de educación y divulgación”, apunta la organización Por el fin de los zoos y acuarios.

Las agrupaciones afines a esta postura argumentan que muchos de los animales que viven en los zoológicos fueron capturados en su hábitat natural, por lo que experimentan sufrimiento al ser atrapados y separados de sus familias.

Además, deben adaptarse a la vida en un espacio artificial, mientras que en la naturaleza cuentan con un espacio casi ilimitado. Por lo tanto, pierden sus instintos básicos como el de reproducirse, cazar o conseguir alimento por sí mismos.

¿Qué sostienen los zoológicos?

Sedema

La Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA, por sus siglas en inglés) asegura que este tipo de recintos cuentan con altos estándares de bienestar animal que proporcionan entornos que satisfacen las necesidades físicas y de comportamiento de los animales.

“Mientras que los zoológicos y acuarios del pasado fueron lugares donde los animales eran ‘exhibidos’ para el placer de los visitantes, los zoológicos y acuarios de la actualidad deben ser centros para el bienestar animal”, indica.

Si bien reconoce que algunas actividades como la reproducción, traslocación y reintroducción de ejemplares a la naturaleza pueden afectar el bienestar animal, afirma que si esto ocurre, deben minimizarse las consecuencias negativas.

Algunos zoológicos del centro del País son:

  • Africam Safari (Puebla): bit.ly/2PNX2lJ
  • Bioparque Estrella (Estado de México): bit.ly/3qMPbBD
  • Reino Animal (Estado de México): bit.ly/38weAJG
  • Zoológico de Chapultepec (Ciudad de México): bit.ly/3eFdUFX
  • Zoológico de San Juan de Aragón (Ciudad de México): bit.ly/3eCD1ce
  • Zoológico Los Coyotes (Ciudad de México): bit.ly/38xF8tW

¿Cómo visitar un zoológico en pandemia?

Sedema

Las personas pueden disfrutar la visita a los zoológicos siempre que respeten las medidas sanitarias para evitar contagios de Covid-19:

  • Usar cubrebocas de forma correcta (que tape nariz y boca) durante todo el recorrido.
  • Pisar los tapetes sanitarios al ingresar.
  • Lavarse las manos o utilizar gel desinfectante al entrar al reciento y durante el recorrido.
  • Permanecer en grupos familiares que respeten la sana distancia con respecto a otros visitantes.
  • No tocar barandales, cristales, paredes, bancas ni pisos.
  • Evitar permanecer más de 10 minutos frente a un albergue.
  • No permanecer más de 90 minutos dentro del zoológico.
  • Seguir el recorrido sugerido para evitar aglomeraciones.

En la Ciudad de México, los tres zoológicos del Gobierno (Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes) abrieron sus puertas el pasado 9 de marzo al 30 por ciento de su capacidad.

¿Qué hace un santuario?

Alexas_Fotos/Pixabay

Un santuario de animales es una institución dedicada a cuidar fauna que, por lo general, es rescatada de la industria del consumo, como granjas o mataderos. También pueden ser animales maltratados, abandonados o enfermos.

Los ejemplares que residen en un santuario tienen la oportunidad de vivir de forma tan natural como sea posible, apunta la Fundación Alma Animal.

Suelen solicitar donaciones para mantener sus actividades puesto que su ánimo no es el lucro, sino brindar un entorno protector a los animales, así como educar al público y crear conciencia respecto a la crueldad que experimenta la fauna.

En algunos casos promueven el veganismo como un estilo de vida que causa el menor daño posible a los animales, al medio ambiente y a la salud de las personas.

¿Por qué son diferentes los santuarios?

Kadres/Pixabay

Los santuarios consideran que los animales y los humanos tienen la misma importancia.

Se diferencian de los refugios porque no pretenden dar ejemplares en adopción, sino mantenernos en el recinto hasta su muerte natural. Tampoco venden animales ni los cambian.

Algunos santuarios también llevan a cabo actividades de refugio, puesto que permiten que residentes permanezcan en el lugar de manera temporal mientras encuentran un hogar.

Son distintos a los zoológicos porque no están abiertos al público para apreciar animales. Si alguna persona externa quiere acceder a las instalaciones tiene que hacerlo acompañado por personal de la institución.

La intención es evitar acciones que produzcan estrés innecesario a los animales.

Algunos santuarios en México son:

  • Granjita TyH (Estado de México): bit.ly/3qIZIxY
  • Santuario Libres al Fin! (Monterrey, Nuevo León): bit.ly/3vkqsZe
  • Tierra de Animales (Leona Vicario, Quintana Roo): bit.ly/3bDTlHP

Fuentes: Asociación de Zoológicos y Acuarios de México (Azcarm), “Centros de Conservación del Siglo XXI: Los Zoológicos de la Ciudad de México” de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), “Cuidando la fauna silvestre: La estrategia mundial de zoológicos y acuarios para el bienestar animal” de la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA), Fundación Alma Animal y Por el fin de los zoos y acuarios.