Acapulco:
En el ojo
del huracán
Este destino turístico vive una de las situaciones más críticas de su historia. A 100 años de convertirse en un polo turístico, sufre los embates de ciclones constantes –por el cambio climático–, crecimiento urbano desordenado y falta de acción de las autoridades. Se han creado conjuntos habitacionales en zonas de riesgo de inundaciones y en manglares, que implicó la pérdida de áreas de infiltración y de cauces naturales de desalojo del agua. Además, adolece de falta de mantenimiento a la infraestructura hidráulica y a los sistemas de drenaje.
A revivir el puerto
Víctor Osorio
A un año de la devastación causada por el huracán “Otis”, más que pensar en “reconstruir” Acapulco, lo que se requiere es apostar a “revivirlo”, plantea Zeferino Torreblanca, ex Alcalde del puerto y ex Gobernador de Guerrero (2005-2011).
Para ello, señala en entrevista, es necesario que el Gobierno federal retome el liderazgo en el desarrollo del destino turístico –que se acerca a su centenario como tal–, ordenar el crecimiento urbano con una visión de muy largo plazo e invertir en infraestructura.
“Tenemos un turismo de bajísima capacidad de compra. No se ha recuperado la industria turística del impacto de ‘Otis’. Sólo hay que visitar los hoteles para constatarlo. No hay interés de los inversionistas”.
Y no se trata sólo de los daños causados por el ciclón que, considera, no hicieron más que sacar a la luz problemas estructurales en la gestión municipal.
De hecho, señala, sería necesario un ejercicio de autocrítica desde la izquierda, que ha gobernado Acapulco durante prácticamente lo que va de este siglo.
“Para ver si hemos sido más eficientes o si hemos involucionado en materia de planeación estratégica”, apunta.
La falta de apego a los planes de desarrollo urbano por parte del Ayuntamiento, por un lado, y el “abandono” por parte del Gobierno federal, por el otro, sostiene, han propiciado un crecimiento caótico, la acumulación de rezagos en infraestructura básica de abasto de agua y saneamiento, inseguridad y pérdida de atractivo para la inversión y para el turismo.
• Zeferino Torreblanca fue Alcalde de Acapulco entre 1999 y 2002 y Gobernador, de 2005 a 2011, por el PRD.
“El plan director urbano se cambia en cualquier momento. Cualquier Presidente Municipal, con la mayoría de los integrantes del Cabildo, cambia sencillamente el uso del suelo, como con la famosa Unidad Habitacional Laguna Campestre, que está construida en pleno ojo de las inundaciones de Acapulco”, advierte.
Pone también como ejemplos de obras en sitios inadecuados las del Centro Teletón en zona de riesgo, las oficinas del Infonavit en la plena zona turística y el cuartel de la Guardia Nacional en el Parque Nacional El Veladero.
“Y las invasiones han estado a la orden del día, es una anarquía. Se han obstruido todas las salidas del Parque Nacional El Veladero, que es la fuente de captación de agua, y no hay dinero para darle mantenimiento”, alerta.
En tanto, remarca, se dejó de invertir en infraestructura desde fines del siglo pasado. El sistema de agua potable y saneamiento, advierte, está colapsado, por mal diseño de origen y porque opera con infraestructura obsoleta.
“Es un sistema muy viejo, al que se le han venido poniendo parches. No se ha logrado cubrir al 100 por ciento de la población por la gran complejidad de los asentamientos en las partes altas de Acapulco”, señala.
“Con el auge del turismo vino un crecimiento anárquico en esas partes altas. Ni siquiera Rubén Figueroa pudo reubicar a Renacimiento y Zapata”.
La situación se agrava, comenta, por la ineficiencia del organismo operador del agua municipal, que se ha convertido en un “premio de consolación” en el reparto político. El puerto registra también problema con el manejo de la basura, agrega, y contaminación del agua por rastros clandestinos.
Padece además un sistema de transporte anárquico. A todo ello se añade una creciente inseguridad.
“Y luego vienen los pleitos entre los vendedores de droga, que en plena Caleta y Caletilla matan gente. Antes respetaban por lo menos”, apunta Torreblanca.
El resultado, advierte, es el deterioro de la actividad turística, motor económico del puerto.
“Yo pregunto, ¿por qué el grupo Fiesta Americana está abriendo un hotel nuevo por allá en Cancún? ¿Por qué no abren en Acapulco? ¿Por qué no mejoran hoteles de aquí? Porque no son rentables”, indica el ex Alcalde.
Lo que debería ofrecerse para que Acapulco sea atractivo, considera, son incentivos fiscales, un plan director urbano, seguridad. “Tenemos que hacer atractivo otra vez a Acapulco. Tiene que crecer otra vez”, exhorta.
• El Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) de Acapulco fue devastado por el huracán “Otis”.
Mapa de ruta
Para Torreblanca, lo que se necesita es un nuevo arreglo entre los Gobiernos federal y local, un nuevo Plan Acapulco.
“Se requiere un plan director, con un seguro. ¿Qué quiere decir?, que aunque sea un poco más burocrático, sin hacer a un lado a los ayuntamientos, pudiéramos tener mayor certeza de que se suma a los ecologistas, una visión federal y una visión a largo plazo que no se pueda estar modificando”, subraya.
Necesitamos pensar en un plan de largo plazo con el concurso de arquitectos, diseñadores, promotores, inversionistas".
Y el camino, advierte, es la inversión, no las dádivas.
“¿Cuáles son los grandes proyectos de Guerrero? Yo esperaría que la Gobernadora y la Presidenta Municipal, después de reunir a los sectores profesionales, técnicos, sociales, políticos, le presentaran una carta de navegación al Gobierno de la República”, plantea.
Pero si a la Presidenta le sigues diciendo que lo mejor es dar dinero a la gente pobre, seguiremos en el atraso, en el abandono, con una visión de corto plazo".
Si no hay el apoyo del Gobierno federal, insiste, Guerrero evidentemente no puede salir. Y nada va a funcionar, remarca, sin una visión de largo plazo.
“Por eso hay que hablar de un plan, no para que se reconstruya, sino para que revivamos a Acapulco, con una visión de muy largo plazo, para no cometer las pifias y los abusos que hemos cometido durante años y años.
“Se requiere una ruta de navegación a 30 años. ¿O vamos a dejar a Acapulco como una cloaca olvidada, para que siga viniendo el que nos haga el favor un fin de semana?”.
Una década de vulnerabilidad
Benito Jiménez
El puerto de Acapulco no necesita de súper huracanes para inundarse.
Su red urbana e hidráulica la ahogan sin necesidad de potentes fenómenos.
Desde hace por lo menos una década arrastra omisiones de sus autoridades en el aterrizaje de planes urbanos de la zona metropolitana y de su red de drenaje para hacer frente a la crisis de inundaciones.
• La unidad habitacional Alejo Peralta fue una de las más afectadas por la tormenta “John”, a finales de septiembre de este año.
El huracán “Manuel” en 2013 exhibió carencias en su infraestructura, sin embargo, tras su paso no se registraron inversiones de gran calado.
Después del impacto del huracán “Otis” (en octubre de 2023), la red hidráulica de Conagua en Acapulco requirió de 847 millones de pesos para definir un proyecto de reconstrucción de la infraestructura federal para la atención de daños en Guerrero, con enfoque a ese destino turístico.
El plan concentró los trabajos en la limpieza y desazolve de cauces, restitución y sobreelevación del bordo de protección basado en estudios básicos de ingeniería, estudios específicos y ambientales, diagnósticos, proyectos, así como limpieza y desazolve de cauces, restitución de barrotes, reconstrucción de bordos y protecciones marginales.
Como hace 10 años, los daños se enfocan en la Colonia Joyas del Marqués donde existen fraccionamientos irregulares; en Costa Dorada, donde se otorgaron permisos a hoteles sin planeación, y el Cayaco, históricamente bajo el agua en tiempos de lluvias.
Antes del huracán “John”, la planeación advirtió de la necesidad de reconstruir el bordo del río La Sabana en una longitud de 220 metros en Costa Dorada y “subir” el bordo a 1.7 metros en las Colonias Cayaco y Tuncingo.
Las obras federales implicaron protección de bordos en las colonias aledañas al río La Sabana, al río San Isidro y a afluentes, para proteger una veintena de colonias tales como Huerta Carmela, Rivera Terrazas y Nueva Frontera.
Los proyectos se vieron afectados otra vez con “John”, por la falta de planeación en la red de drenaje.
Sufre ayuntamiento por las finanzas
Juan Carlos Orozco
La alta dependencia que tiene Acapulco de Juárez, Guerrero, de las trasferencias de recursos que le hace llegar la Federación, gracias al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, ha menguado en parte el efecto negativo provocado en sus finanzas por los desastres naturales padecidos en el puerto.
Al igual que la mayoría de los estados y Municipios del País, gran parte de los ingresos del Municipio de Acapulco proviene de las transferencias que le hace la Federación a través de las Aportaciones y las Participaciones (recursos de libre disposición), fundamentalmente.
De acuerdo con la Ley de ingresos de 2024, el Municipio habrá recibido en ese año 3 mil 110.3 millones de pesos por concepto de Participaciones, Aportaciones, Transferencias, Subsidios y otras ayudas.
Ese monto representa el 67.4 por ciento de los 4 mil 612.5 millones de pesos de ingresos proyectados para 2024.
Es decir, Acapulco sólo capta el 32.6 por ciento de sus ingresos a través del cobro de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos; el resto le llega por transferencias, cuyo monto no depende directamente de la situación económica local, sino de las reglas establecidas por la coordinación fiscal.
DEPENDENCIA ECONÓMICA
Sólo una tercera parte de los ingresos del Municipio son propios.
Cifras en millones de pesos
No obstante que hasta septiembre la calificación de las finanzas públicas de Acapulco se mantenía estable, en la última semana de octubre, después del huracán “John”, la calificadora HR Ratings cambió su perspectiva a Observación Negativa; sin embargo, mantuvo la calificación en BB+, misma que ostenta desde 2018.
Aunque esta nota, BB+ implica riesgo de estrés en las finanzas públicas del puerto, esta calificación no se deriva de los desastres naturales recientes, salvo en el cambio de perspectiva, es una tota que arrastra desde hace varios años.
HR Ratings modificó la perspectiva de las finanzas del puerto debido a la contracción de la actividad económica esperada, que se vería reflejada en menores ingresos propios derivados del cobro de licencias de funcionamiento, así como a la recaudación de Impuestos que hasta junio de 2024 ya presentaba una reducción en comparación con el mismo periodo de 2023.
Sin embargo, la calificadora comentó “cabe señalar que hasta septiembre de 2024 el Municipio contaba con una deuda total por 203 mil millones de pesos, lo que indica que el Municipio se mantenía sin uso de financiamiento de corto plazo, lo que representa una fortaleza”.
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Información: Victor Osorio / Benito Jiménez / Juan Carlos Orozco
Fotos: Francisco Robles / Archivo Reforma
Diseño: Staff