Abandono de la Federación

A finales del año pasado, el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) recibió, por segundo año consecutivo, una serie de gráficas por parte del Inegi, como parte de un convenio para difundir y analizar la información que la dependencia estadística genera con su Cuenta Satélite de la Cultura en México.

Una de estas gráficas expone, por primera vez con datos oficiales, lo que los titulares de cultura de los estados han denunciado durante los últimos años: que la Federación ha ido reduciendo significativamente su aportación económica para la cultura, descobijando a las entidades.

“Los estados ponen a falta del músculo federal”, resume Eduardo Cruz Vázquez en el análisis de la gráfica “Estructura porcentual del gasto ejercido en la gestión pública en cultura, serie 2008-2021”, en el portal Paso Libre del Grecu.

Así, mientras que, en el 2008, el 66 por ciento del gasto ejercido de la gestión política de la cultura en México correspondía a la Federación, para 2021 se redujo al 60 por ciento.

“Ahí viene decantado el gasto estatal y ahí uno puede darse cuenta cómo desde el 2008 se ha incrementado lenta, pero con constancia, la participación del recurso estatal contra la del recurso federal”, explica Cruz Vázquez.

En ese último año registrado, el 2021, el 60 por ciento del gasto corresponde a la Federación y el 40 por ciento a los estados.

“En los tres años de este Gobierno, considerando el año pandémico, esta estructura ya casi se empareja”, apunta el analista.

En teoría, una corresponsabilidad entre Federación y estados resulta deseable, pero esto, denuncian los titulares de las instituciones estatales de cultura, no ha sido el caso.

“Un año antes de asumir la presidencia de Conarte, en el 2014 y el 2015, los presupuestos que se lograban bajar de la Federación a través de los diversos programas que tenía Conaculta, luego Secretaría de Cultura, rondaban entre los 74 y los 79 millones de pesos”, expone Ricardo Marcos.

En el transcurso del sexenio de Enrique Peña Nieto, este recurso disminuyó hasta los 17.5 millones de pesos; con Andrés Manuel López Obrador, llegó a 13.3 en el 2020, recuerda Marcos.

El exfuncionario de Nuevo León señala que, en línea con lo dicho por la actual Secretaría de Cultura federal, sí es necesario que los estados destinen recursos suficientes para la cultura, pero discrepa en la forma en la que se hicieron los recortes de la Federación.

“Lo interesante es: ¿qué pasó para que, de 70 millones de pesos se cayera a 40 millones de pesos? ¿Y para que de 40 millones de pesos llegáramos 13 millones de pesos y, luego, a 1 millón de pesos?”, cuestiona.

“La pregunta aquí sería: ¿en qué reenfocaron todo ese recurso? Y el problema es que, en algunos casos, la respuesta va a ser cuestionable”, apunta.

Este 2023, por tercer año consecutivo, el proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura recibe una cuarta parte de los recursos de toda la Secretaría de Cultura federal.

“La Secretaría de Cultura (federal) dice ‘bueno, en algún momento destinamos más al Programa de Cultura Comunitaria’, que el día de hoy brilla por su ausencia, fue un acto fallido de esta administración, ¿y qué pasó con Chapultepec? Porque ese es el destino obvio que muchos pensamos que tuvo este recurso”, cuestiona.

“Un proyecto para un disfrute netamente ciudadano, pero, en este caso, capitalino y que, hasta cierto punto, también tiene un tufo político juzgando por quiénes se van perfilando como posibles candidatos”, lamenta.

Estos reclamos, que en su momento fueron expresados en la Reunión Nacional de Cultura, que convoca a los 32 titulares anualmente, fueron desatendidos siempre.

“¿Por qué no se provocó un verdadero diálogo cultural? En el 2021, difirieron toda la Reunión Nacional de Cultura, no había realmente ya un diálogo entre varios pares y la Secretaría de Cultura, ésa es la realidad y, evidentemente, a mí me daba la impresión de que, de pronto, había más bien una relación clientelar, evidentemente, favoreciendo a los estados que eran del mismo partido”, señala.

Con una Federación en franco retroceso en sus obligaciones con los estados y dependencias culturales con problemas atávicos, mucho depende de funcionarios que, en diversas ocasiones, están poco capacitados para asumir el reto.

¿Por qué no se provocó un verdadero diálogo cultural? En el 2021, difirieron toda la Reunión Nacional de Cultura, no había realmente ya un diálogo entre varios pares y la Secretaría de Cultura, ésa es la realidad y, evidentemente, a mí me daba la impresión de que, de pronto, había más bien una relación clientelar, evidentemente, favoreciendo a los estados que eran del mismo partido".