Luis de la Barreda

• ¿Qué balance haría usted de estos tres últimos años en el trabajo que ha desarrollado la CNDH?

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos fue capturada por el Gobierno, la elección en el Senado de Rosario Piedra fue un fraude sin precedente en esa Cámara Alta. Rosario Piedra no reunía el requisito de no haber sido dirigente de un partido político, no reunía el requisito de la distancia que debe mantener un Ombudsman o un Ombudsperson, como lo dicen ahora, de los partidos políticos y, además, no alcanzó la votación en el Senado que exige la Constitución.

Varias organizaciones que se dedican a la búsqueda de desaparecidos le pidieron que no aceptara asumir la presidencia de la Comisión en esas condiciones y ella desoyó el mensaje.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha perdido su autonomía, ha perdido su profesionalismo y se ha convertido en una institución absolutamente servil al Gobierno federal.

No dijo nada ante el hecho terrible de que los niños con cáncer estuvieran sin medicamentos, no dijo nada ante la supresión del seguro popular, no ha dicho nada ante el desastre educativo, no dijo nada ante la errática, negligente, política del Gobierno frente a la pandemia que hizo que México fuera uno de los países con más alta tasa de mortalidad.

No ha dicho nada respecto de hechos tan vergonzosos como el apoyo del Presidente a la candidatura para Gobernador de Félix Salgado o el apoyo que le dio a Pedro Salmerón para que fuera Embajador en Panamá, lo cual era insultante para todas las mujeres, no solamente para las mujeres agredidas por estos señores, sino para todas las mujeres. No dijo nada respecto de la persecución increíble contra los científicos, que fue una persecución verdaderamente terrible y ahora ha llegado al colmo de la abyección al sumarse a la campaña contra el INE.

Entonces, creo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ya no es una institución desde el momento en que Rosario Piedra asumió la presidencia. Ya no es una institución que defiende derechos humanos, sino que es una institución al servicio del Gobierno federal, incluso en sus decisiones más autoritarias, más insensatas y perjudiciales para la población.

• ¿Pierde su razón de ser?

Pierde su razón de ser porque una Comisión de Derechos Humanos, tanto una Comisión Nacional como una Comisión local, tiene su razón de ser en el combate a los abusos de poder, en la defensa de los derechos humanos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ya no realiza esa labor, ya lo que hace es justificar, bueno, algo que no mencioné: apoyó la militarización de la seguridad pública a pesar de que su Consejo, por una mayoría abrumadora de ocho votos de 10, le pidió que presentara una acción de inconstitucionalidad. Entonces, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos conserva ese nombre, pero ya no es una institución que defienda derechos humanos.

• Digamos que inició con ilegitimidad y el trabajo ha demostrado que efectivamente no era Rosario Piedra el perfil adecuado para encabezar una institución como la CNDH.

Por dignidad, por decoro, nunca debió aceptar asumir el cargo en esas condiciones y toda su gestión ha sido indigna de una institución que siempre tuvo una postura digna, una postura profesional, una postura autónoma frente al Gobierno y frente a todos los poderes y frente a todos los partidos y todas las ideologías. Podemos hacer un juicio de cada uno de los presidentes de la Comisión Nacional, yo tengo mejor opinión de unos que de otros, pero nunca se había llegado a este grado de abyección.

• ¿Se deja en desamparo a todas aquellas personas que ven vulnerados sus derechos fundamentales?

Si, y qué triste que, por ejemplo, nunca haya alzado la voz para exigir los medicamentos necesarios para los niños con cáncer, los medicamentos para que ellos siguieran luchando por su vida. Nunca dijo nada respecto de la persecución a científicos prestigiados, a quienes se les estaba persiguiendo de una manera perversa, porque los cargos eran verdaderamente grotescos. Entonces, deja en el desamparo a ciudadanos que hubieran tenido en otro momento, previo a esta gestión, la defensa de un organismo que nació para eso, para combatir los abusos de poder.

• ¿Qué le puede esperar a la CNDH?

Mire, un Ombudsperson sólo puede existir y tener éxito y tener eficacia cuando existen gobiernos democráticos, cuando el titular de la institución y sus colaboradores tienen un criterio, una personalidad que garantiza su autonomía en la actuación, cuando tienen una alta capacidad profesional, cuando aman la causa de los derechos humanos, cuando no tienen banderías políticas, cuando su única bandera es la lucha contra el abuso de poder y eso actualmente no existe en la Comisión Nacional, entonces, de ahí podemos desprender no lo que le espera a la Comisión Nacional, porque cuando decimos lo que le espera estamos hablando del futuro, sino lo que la Comisión Nacional está siendo en este momento.